Graciela Alfano sería una embajadora estupenda para el turf
Estuvo Anamá Ferreira. Está siempre en Palermo cuando hay importantes eventos turfísticos. Es adorable tenerla. Estuvieron dirigentes hípicos encumbrados, pero pocos se dieron cuenta. Los que conducen no suelen tener fans ni ser el foco de los cholulos, dicho con respeto y admiración.
Estuvo Grace, paseó por el Paddock, se sacó mil selfies y, por un momento, fue la verdadera estrella. Corrijo. Lo es permanentemente.
Alfano fue esposa del empresario Enrique Capozzolo, propietario en los 90 del stud-haras Rincón de Luna, donde el padrillo era Rinconazo. Desde aquellos tiempos a Grace le gustan los caballos y las carreras.
Ella sabe de turf; no es una pose. Años atrás, uno de sus hijos trabajó un tiempo en la redacción de La Nación y se acercaba a la Sección Carreras para consultar algún resultado.
Graciela Alfano fue invitada a la mesa de Mariel Elias, la dueña del Hotel Presidente y quien auspició el Distaff. Cualquier posteo suyo puede alcanzar a más de un millón de seguidores en Instagram.
Hace algunas semanas Miguel Del Sel estuvo en el remate de La Walkiria y estaría listo para incorporarse al ambiente hípico. El ex Midachi tiene más de cien mil seguidores en IG. Anamá lo dobla con 250 mil en esa misma red, casi igual que su amiga Nequi Galotti, que fue esposa de Bartolomé Mitre, el dueño del haras Pavón y director de La Nación.
No sé quiénes son los embajadores del turf argentino o si los tiene. Si no los tiene, hay que tenerlos. ¿Qué tal Alfano? Y si los tiene, ¿qué están haciendo por la hípica?
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