Fue un avión a chorro. Un bólido. Un caballo que parecía escapar de mil demonios. Venía corriendo donde el diablo perdió el poncho, en las tinieblas del clásico 9 de Julio, hasta que prendió el motor y se fue para adelante. Pasó de a un rival, de a dos, de a tres; los pasó a todos para llegar a la punta cuando faltaban 70 metros para el disco. Y no eran rivales cualquiera a los que pasó Comando Secreto. Estaba Huapango Torero, ganador de G1 y un referente de la categoría; Estero de Iberá, que como el ganador también entrena María Fernanda Álvarez, y Único Happy, otro peso pesado en la milla y alrededores. A esos rivales pasó de largo, sin tocar bocina. Por los 800 metros, venía a 15 cuerpos, mínimo. Arriba ganó por uno. Tiene seis años y seis triunfos; incluso el GP Palermo. Es hijo de Ward Commad criado en Sta. Elena Jolie Ninja, Comando Secreto, Estero de Iberá; María Fernanda entrena a tres de los mejores caballos del momento para los 1600 metros. “Tengo tres milleros excepcionale
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